Compatibilidad electromagnetica
Hoy en día se fabrican multitud de dispositivos eléctricos y electrónicos que producen emisiones electromagnéticas de alta frecuencia. Estos campos electromagnéticos se propagan con facilidad por el aire, por sus envolventes, por los conductores eléctricos o de transmisión de datos.
Debido al fenómeno de la inducción electromagnética, estos campos inducen señales eléctricas en otros equipos cercanos que pueden llegar a perturbar su normal funcionamiento, dando lugar a lo que se conoce como interferencias electromagnéticas (conocido también como EMI por sus siglas en inglés Electro-Magnetic Interference).
Para que se produzca la interferencia electromagnética tiene que existir la fuente que lo origine, un receptor o víctima que se vea afectado por ella y, por último, un medio a través del cual se propague la interferencia y se produzca así la perturbación
fuentes de perturbaciones:
Rayos.
Cortocircuitos.
Conexión a tierra imprevista.
Descargas electrostáticas.
Emisores de radiodifusión.
Emisores de televisión.
Walkie-talkie.
Teléfonos móviles.
Radares.
Sistemas de activación y desactivación de una señal eléctrica tales como contactores, relés, onduladores, fuentes de alimentación conmutada, colectores de los motores de C.C., reguladores electrónicos.
Lámparas de descarga y fluorescentes.
Equipos que utilizan relojes (PC, PLC).
Para reducir la contaminación electromagnética capaz de perturbar el funcionamiento de algún dispositivo eléctrico o electrónico y conseguir de este modo una buena compatibilidad electromagnética (CEM), hay que suprimir o al menos minimizar la influencia de alguno de estos tres factores.
Límite de emisión: nivel normalizado de emisión que un dispositivo no debe superar.
Nivel de susceptibilidad: nivel de perturbación a partir del cual un dispositivo o un sistema empieza a funcionar mal.
Nivel de inmunidad: nivel normalizado de perturbación que puede soportar un dispositivo o un sistema.
Existen tres posibilidades de eliminar las interferencias electromagnéticas:
Suprimir la emisión en la fuente.
Hacer el camino de acoplamiento poco efectivo.
Hacer el receptor menos sensible a las emisiones.
una forma sencilla de proteger los equipos y los conductores de conexión es blindarlos o apantallarlos con superficies conductoras y luego poner a tierra esos blindajes, consiguiendo así que las corrientes inducidas por los campos electromagnéticos fluyan a través de las superficies conductoras externas a tierra evitando los efectos de estas sobre los equipos que están en su interior